Cada vez que hablamos de desapego tenemos la tendencia de asociarlo con algo material, como el dinero, pero es muy difícil que se asocie con los sentimientos, o nuestras ilusiones de vida.
Nos cuesta muchísimo poner en practica el desapego a los sentimientos…
En realidad no hay diferencia entre unos y otros…Los afectos son tan inestables y pasajeros como cualquier bien material.
No estamos hablando de anular los sentimientos, sin sentimientos no somos nada, estamos muertos.
Tenemos derecho a sentir, aceptando que ningún sentimiento dura para siempre, ni es constante, ni interminable.
No necesitamos por ejemplo “amar a alguien” para vivir, no de la misma manera que necesitamos alimentarnos o respirar, ya que de otra forma no hubiésemos podido vivir antes.
Cuando decimos “no se vivir sin ti”, “si te vas me muero”, estamos teniendo un error conceptual enorme. ¿Amamos porque amamos, o amamos para cubrir nuestro vacío? ¿Tenemos sentimientos de amor o de necesidad? No es lo mismo.
En la vida no necesitamos aferrarnos a una necesidad.
Como ya explicamos no se trata de no tener sentimiento alguno.
Debemos amar, y tener sentimiento hacia otros seres o bienes, pero sabiendo siempre, que de la misma forma que llego a nosotros, puede dejar de existir o alejarse en cualquier momento.
Y aplicar esta formula fundamentalmente a nuestras expectativas e ilusiones. Las ilusiones como espejismos que nos impiden ver la realidad tal cual es.
No hay que rechazar nuestros sentimientos. Debemos disfrutarlos pero manteniendo nuestra conciencia en el momento presente.