Nuestro mundo y nuestra propia vida están en cambio constante. Queremos confort, el confort produce alivio, el alivio produce debilidad, la debilidad produce pobreza, y la pobreza produce dificultad. Por consiguiente, la búsqueda de confort crea dificultad. Cuando atravesamos tiempos difíciles buscamos confort. Y así sucesivamente.
Lo que realmente tenemos que entender es que, al final, el confort nos hace mas débiles, y por otro lado, las dificultades nos fortalecen física, mental y espiritualmente. Donde no haya dificultad, no hay desarrollo.
No tratemos de evitar las dificultades, aprendamos de ellas. No nos rindamos. Las cosas simples y sencillas todo el tiempo no nos dejan disfrutarlas como debiéramos. Cuando sufrimos, cuando experimentamos dolor y miedo en tiempos difíciles, es cuando apreciamos mas la vida. La vida fácil no nos va a hacer mas felices. Las dificultades son la verdadera causa de la felicidad. Para ser felices debemos seguir involucrándonos en eternas dificultades.