Siéntese en una posición cómoda, cierre los ojos y relájese.
Trate de recordar cómo era hace un año atrás. Vuelva el tiempo, y continúe recordándose cuando era más joven, pensando retrospectivamente hasta que recuerde como era de niño.
Si no lo puede recordad, imagínelo.
Imagínese desde feto, en el útero de su madre: cálido, seguro, en paz, sin preocupaciones.
Sienta todas esas sensaciones, y disfrútelas lo que más pueda.
Cierre los ojos y relájese.
Imagínese caminando descalzo en una playa hermosa, en un día de los más hermosos que haya visto, con un cielo azul sin nubes, y una briza cálida. Camine por la arena hasta que finalmente llegue al mar.
Visualice como el agua mágicamente remueve de su cuerpo todo tipo de energía negativa, y sienta como el brillo del sol lo abraza, llenando su cuerpo con energía positiva.
Viva estas dos sensaciones muy profundamente: el mar llevándose todos sus miedos, enfermedades, preocupaciones, etc. Y la calidez del sol llenándolo de vitalidad, paz, dicha, felicidad.
Imagínese en un lugar especial y hermoso en el que haya estado antes y en el que haya tenido una experiencia de paz y felicidad.
Visualice y sienta que nada importa en este momento más que usted y sienta solo la paz que ese lugar le brinda
No hay preocupaciones, miedos ni inquietudes que lo puedan alcanzar.
Pero en el caso de que alguna preocupación o duda surja inesperadamente, no trate de evadirla. Acepte la situación, y sienta como que ese pensamiento es un trozo de papel, por ejemplo.
Encienda un fosforo, y comience a quemar ese papel. Observe como se quema y se consume.
Cuando ya no haya signo de ese pequeño trozo de papel, ni siquiera sus cenizas, sienta la paz volviendo hacia usted y disfrútela.
Cierre los ojos y relájese
Recuerde alguna ocasión en donde haya tenido un irresistible ataque de risa
Ahora lo va a liberar.
Respire despacio y profundamente. Cuando complete la tercer respiración, trate de recordar detalladamente ese instante que lo llevo a su ataque de risa.
Mírese desde afuera, como si estuviera viendo a otra persona reírse.
Sin hacer mucho esfuerzo, permita que todos los detalles de esa escena de alegría fluyan en su memoria, como si estuviera viajando a través del tiempo llegando a ese momento.
Escúchese reír. Trate de oír lo más preciso posible como la risa se adueña de usted, sacudiéndolo desde adentro y saliendo por su boca.
Siéntase tan feliz como entonces. Mantenga esa sensación de felicidad la mayor cantidad de tiempo que su concentración se lo permita.
Las enseñanzas de la antigua sabiduría china nos revelan la presencia de cinco elementos que se encargan de todos los fenómenos naturales, aplicando también dichos poderes al cuerpo humano.
Estos elementos son: madera, fuego, tierra, agua y metal.
Cada uno de estos elementos están directamente relacionados con un órgano del cuerpo: madera al hígado, fuego al corazón, tierra al estomago, metal a los pulmones, y agua a los riñones. Durante meditación podemos utilizar estos elementos para mejorar la salud de nuestro cuerpo.
Para las personas que poseen problemas en el hígado pueden realizar la siguiente meditación:
- Cierre los ojos y relájese
- Respire profundamente y despacio, llevando el aire a su abdomen.
- Imagine que ese aire, ahora transformado en energía, pasa a través de los troncos de altos y fuertes arboles. Visualice esa energía recargada por la energía de la madera, llegando a su hígado y limpiando todas las impurezas que causan su enfermedad.
Si su sufre de alguna indisposición en su abdomen, comience la meditación de la misma forma que se explicó anteriormente, pero esta vez imagine lo siguiente:
- Una masa e energía sale del corazón y llega a su abdomen, causando sanación.
Si sufre de enfermedad en los pulmones, deberá de comenzar la meditación con la siguiente visualización:
- Una masa de energía que proviene de algún metal actúa de forma sanadora en sus pulmones. Luego imagine que sus pulmones están revestidos de algún metal (oro, plata, platino, o cualquier otro metal) para protegerlo de cualquier enfermedad
Si esta con dolencias en los riñones, medite de la siguiente manera:
- el aire que respira penetra en su cuerpo en forma de agua. El agua es un elemento fluido con enormes y místicos poderes, tanto físicos como espirituales.
- Imagine que el aire que respira se vuelve agua, que limpia sus riñones de todas impurezas, sanándolo.
Las personas que posean alguna enfermedad en el corazón, realicen la siguiente meditación:
- Imagine que el aire que respira mientras medita se transforma en energía de amor. Dirija esa energía hacia su corazón como si fuera fuego que quema todas las impurezas que causan su enfermedad.
Si desea ayudar a otra gente, sobre todo en lo que tenga que ver con saludo, debe convencerse que todos tenemos el poder de sanación, y de realizarlo a distancia, sin que la persona a ser tratada este presente con nosotros.
- Siéntese cómodo y relajado en el lugar que usted elige para meditar.
- Visualice la persona que va a sanar, explorando su cuerpo de pies a cabeza. Llegado un momento sucederá que se detendrá en determinada parte del cuerpo, deteniendo su exploración. Concéntrese en esa área.
- Utilice sus manos para barrer vigorosamente cualquier energía negativa alojada en esa parte del cuerpo
- Imagine que la energía negativa, mientras la barre con sus manos, cae al suelo y se evapora por completo. Ahora imagine poderosos rayos de luz sanadora en el área afectada.
- Deberá empezar siempre con rayos poderosos de luz blanca, y luego aplicar la luz apropiada a la parte del cuerpo que esta sanando.
- Agradezca al Ser Supremo por la oportunidad de haber podido sanar a otra persona.
Se ha demostrado a través de estudios que al final de una sesión de sanación, y a pesar de que teóricamente la energía no puede ser transferida, existe un desbalance a medida que el paciente incrementa su nivel de energía.
Como el sentimiento de compasión de la persona que realiza la sanación es tan fuerte, es muy posible que se comparta cierta parte de esa energía negativa a remover con quien se está sanando.
Cuando realiza una meditación de sanación hacia otra persona, necesita aprender a cerrar esa sanación, para no impregnarse de residuos de energía negativa, que podrían llevarlo a alguna enfermedad o dolencia.
Simplemente al terminar alguna sanación, debe visualizar una poderosa llama que quemara todas las impurezas que hayan quedado alrededor del paciente. Luego visualice un círculo de luz. Colóquese dentro de ese círculo, confiado en que esa será su mejor protección.