Una de las mejores defensas contra el cáncer de seno es una buena dieta.
Muchísimas investigaciones están demostrando que lo que usted come y bebe puede ayudarla a protegerse de este padecimiento.
Existen varios alimentos que de ser incluidos en su dieta diaria, reducen el riesgo de contraer cáncer de seno. Algunos de los más importantes son:
Soja
Varios tipos de cáncer de senos son producidos por concentraciones elevadas de estrógeno, y la soja es rica en isoflavones, que protegen frente a los tumores relacionados con las hormonas.
Productos como endámame (porotos de soja), tofu, leche de soja, tempeh, contienen componentes que desplazan el estradiol, la hormona más potente del cuerpo, y la mayor forma de estrógeno.
La soja es mejor si se consume antes de la pubertad, cuando las capas del seno se están formando.
Frutas y vegetales
Para nadie es desconocido el poder de una dieta rica en frutas y verduras. Un aliciente más para el consumo de estos alimentos es el poder que poseen para prevenir la mayoría de los tipos de cáncer.
Lo científicos sugieren que la protección puede provenir de componentes de las plantas llamados «polifenol» y «carotinoide», y que se encuentran en varias frutas y verduras.
Estas sustancias actúan como antioxidantes y previene el daño de DNA, que produce el crecimiento del cáncer.
Se recomienda a las mujeres el consumo de por lo menos nueve porciones diarias de frutas y verduras. Los vegetales que más se recomiendan son: brócoli, coliflor, o repollo, no solo porque proveen de antioxidantes, sino porque ayuda a que el cuerpo metabolice el estrógeno de tal forma que reduce el riesgo de cáncer.
Te verde
Es muy difícil competir con los efectos antioxidantes del té verde.
A pesar de que proviene de la misma planta que el té negro, el proceso de realización de té verde retiene muchos mas polifenol, lo que le da a esta bebida su conocido poder antioxidante.
La mayoría de las investigaciones sobre los efectos del té verde han sido de laboratorio, sin embargo, análisis epidemiológicos encontraron que bebiendo cinco tazas de té verde al día reduce los riesgos de cáncer de mama en un 22%.
Pescado
El aceite de pescado ayuda a proteger del cáncer de seno de dos formas: primero, es una gran fuente de ácidos grasos Omega 3, que ayudan al metabolizar el estrógeno a una forma más segura. Segundo, el aceite de pescado contiene vitamina D, que varias investigaciones lo relacionan con reducir el riesgo de cáncer de seno y muchísimos otros tipos de cáncer (otras fuentes de vitamina D se encentran en la leche y la leche de soja, yemas de huevos, e hígado).
Asegúrese de consumir dos o tres porciones de pescado a la semana, preferiblemente salmón, sardinas o bacalao, que poseen menos mercurio y PCB (bifenilos policlorados), que otras especies.
Si no consume pescado, puede tomar algún suplemento con 2 o 3 gramos de aceite de pescado al día.
Semillas de lino
El lino contiene fitonutrientes que modifican los efectos del estrógeno en las capas de los senos. Adicionalmente, los componentes de estas semillas parecen tener un efecto represor del cáncer.
Un estudio comprobó el efecto de retraso en el crecimiento del cáncer, y también se pudo comprobar una baja en los niveles de estrógeno.
Se recomienda agregar semillas de lino en su dieta diaria, al uso de aceite de lino, ya que este no posee los componentes que son beneficiosos.
Puede espolvorear dos cucharadas de semillas por día en sus batidos, cereales, ensaladas, o vegetales cocidos.
Comidas que deben ser limitadas o evitadas
Azúcar: Comidas refinadas que contienen azúcar incrementan los niveles de insulina, que estimula el crecimiento de células cancerígenas en los senos.
Carnes rojas: estudios demuestran que las mujeres que consumen grasa animal, que es rica en grasa saturada, son más propensas a desarrollar cáncer de seno. La carne comercial también contiene residuos de estrógeno. Si va a consumir carne, o productos lácteos, elija productos orgánicos, que por lo menos no tienen hormonas agregadas.
Carne grillada: Estudios han demostrado que las mujeres que consumen carne grillada, a la parrilla o ahumada tienen un 47% más riesgo de incurrir en cáncer de seno. Las altas temperaturas de cocción de carne, aves y pescados, produce componentes cancerígenos.
Aceites parcialmente hidrogenados: La grasa saturadas en estos aceites, que generalmente se utilizan para extender el buen estado de los alimentos que los contienen, se han relacionado con grandes riesgos de contraer cáncer de seno.
Alcohol: No lo consuma todos los días. Se ha demostrado en mujeres con menopausia, y que han consumido una a dos copas de alcohol por día, que su propensión a contraer cáncer de seno fue 32% más alta.