Mandala es un diagrama concéntrico con significado espiritual y de ritual.
La palabra es de origen Sánscrito Hindú, que significa “esencia”, “tener” o “contener”, también traducida como “círculo-circunferencia”, o “terminación”. Aparece en el Rig Veda, pero también es utilizado en otras religiones hindúes, particularmente el Budismo.
En varias tradiciones espirituales, un Mandala es utilizado como una herramienta de enseñanza espiritual, para focalizar la atención, para establecer un espacio sagrado, y como ayuda para la meditación y la inducción al trance.
Los Mandalas son primeramente reconocidos por sus círculos concentricos y otras figuras geométricas, pero sin embargo, son mucho mas que figuras geométricas. Para los Budistas Tántricos, son ricos en simbolismos y significados sagrados.
Expresado sencillamente, un Mandala es una figura sagrada que representa el universo. Cuando se completa, un Mandala se convierte en un área sagrada que sirve como receptáculo de deidades. Entrando mentalmente a un Mandala y accesando su centro, una persona es guiada simbólicamente a través del cosmos hacia la esencia de la realidad. Al construir un Mandala, un monje participa por medio de un ritual en las enseñanzas de Buda.
En el Budismo Tibetano, la contemplación de imágenes sagradas es el centro en los rituales religiosos, y el Mandala es una de las mas importantes de esas imágenes. Un Mandala Tibetano es realizado usualmente con arena coloreada. En China, Japón y también en Tibet, un Mandala también puede ser realizado en bronce, o figuras tridimensionales de piedra.
El proceso de construcción de un Mandala es un ritual sagrado. Es meditativo, y puede tomar días o incluso semanas en completarse.
Antes de que un monje participe en la construcción de un Mandala, debe seguir un periodo de estudio artístico y filosófico.
Los Mandalas son construidos desde el centro hacia afuera, comenzando con un punto en el centro. Cuando se coloca el centro, el Mandala es consagrado a un Dios particular.
El centro es un símbolo. Significa “semilla”, “esperma”, “gota”, es el punto de partida. Es la reunión central en que las energías exteriores son dibujadas, y en el acto de dibujar las fuerzas, las propias del devoto se despliegan y también son dibujadas. Así representa los espacios exteriores e interiores. Su propósito es de quitar la dicotomía objeto-sujeto.
En la creación, una linea se materializa fuera del punto. Otras lineas son dibujadas hasta que se juntan, creando modelos geométricos triangulares. El cuadrado aislado simboliza el mundo físico moviéndose en cuatro direcciones, representadas por las cuatro puertas.
Los Mandalas son vistos como lugares sagrados que recuerdan la presencia de las santidad en el universo y su potencial. En el contexto del Budismo, el propósito del Mandala es poner final al sufrimiento humando, alcanzar la iluminación, y alcanzar una visión correcta de la realidad.
Significa descubrir la divinidad por medio de la realización que reside dentro de cada Ser humano.