En nuestras vidas necesitamos hacer todo lo posible para alcanzar nuestras metas, para tomar una buena decisión, manteniendo en mente que no siempre estaremos acertados.
Pero el compromiso requiere intrepidez.
A veces el no tomar el tiempo necesario para procesar todos los hechos, analizar los riesgos, construir un plan, nos puede llevar a no tomar la decisión correcta.
A veces solo tenemos que saltar, seguir nuestros instintos, no pensar o analizar demasiado, creer mas en nuestro corazón, correr el riesgo.
Un amigo me dijo justamente ayer: “el problema es que pensamos demasiado con la cabeza…no es que no tengamos que usarla, pero hay cosas que no tienen que ser pensadas, sino sentidas”.
¿Por qué analizamos todo tan minuciosamente? Porque tenemos miedo.
El miedo nos aleja de seguir adelante.
Piense en todas las oportunidades que se perdió en la vida. Piense en todas esas metas y sueños que alguna vez tuvo, y ahora están olvidados, o tan solo dejados de lado porque le era más cómodo, o pensó que eran muy complicados, o requerían de demasiado esfuerzo, demasiado dinero, demasiado tiempo, demasiado…
Alguna vez pensó que hubiese pasado con ellos si hubiese solo seguido su corazón y al menos hubiese tratado de hacerlos realidad?
La seguridad es buena porque nos protege del miedo, la decepción, el rechazo, pero también nos mantiene alejados, o distantes, de nuestra sabiduría interna, nuestra verdadera esencia.
La próxima vez, no piense “que pasaría si..”. Solo piense – o sienta- prevalecer y ganar.
Remueva los obstáculos y las excusas. Escuche su voz interior. Deje el miedo y los arrepentimientos detrás y muévase en la dirección que realmente quiera ir.
Comprométase completamente con sus sueños, con usted. No se rinda ante nadie ni nada, y llegara donde quiera llegar.