La unificación de la agudeza de la mente y los sentidos, una práctica superior como la describe Sri Shankaracharya, no es fácil de lograr. Las distracciones son comunes durante la meditación y a menudo es difícil de lograr a pesar de todos nuestros esfuerzos. Aunque a menudo tratamos de ignorar las distracciones, rechazándolas con poca o ninguna intención, otra opción es concentrarse en éstas. Al hacerlo, podemos aclarar estas distracciones y aprender sobre nosotros mismos.
Con respecto al proceso de concentración, hay cinco estados de la mente como se describen por el sabio Vyasa. Estos estados son:
- Kshipta – perturbado y desecho
- Mudha – estupefacto y atolondrado
- Vikshipta – distraído
- Ekagra – enfocado en uno
- Niruddha – completamente suspendido en concentración
De acuerdo con Vyasa, los estados de Kshipta y Mudha no son adecuados para la concentración. Sin embargo, aquellos que están en estos estados pueden beneficiarse de la práctica de yoga. Los individuos que sufren con adicciones y otros apegos se encontrarán practicando las posiciones yamas, niyamas, yoga, respiración relajada y una relajación sistemática de yoga puede ayudar. Varios meses dedicados en la práctica pueden ayudar a darle a la mente orden y auto-control.
Vikshipta no es el más común estado de la mente entre aquellos que practican la meditación. Para estos individuos, su meta es alcanzar el Ekagra, el cuarto estado de la unificación de la agudeza. Aunque nuestra concentración puede mejorar, la meditación aún se interrumpe por una variedad de pensamientos e imágenes. Las distracciones más comunes se mencionan abajo y se aconseja reconciliarlas.
Sus intentos de meditación seguramente se verán interrumpidos por sus pensamientos más recientes, aquellos que estaba procesando justo antes de empezar a meditar. Esto puede incluir pensamientos sobre noticias que acaba de ver o la factura que acaba de recibir. En vez de ignorar estos pensamientos, es importante que tiempo a la mente de procesarlos. Tómese unos minutos de reposo calmado antes de empezar o retomar la meditación y deje que su mente pase por estos pensamientos.
Aparte de sus pensamientos más recientes, los pensamientos aleatorios pueden interrumpir la meditación. Estos pensamientos inconsecuentes tienden a sacar a nuestras mentes por las tangentes. Mientras se pone a meditar, usted puede ver un avión pasando, lo cual lo hace pensar en su próximo viaje a México, lo que luego le recuerda esta deliciosa receta de quesadillas que quiere probar. Pensamientos aleatorios. Podemos encontrarnos pasando minutos en medio de estos pensamientos innocuos. Si se encuentra desviado, simplemente recuérdese de vez en cuando que está meditando.
Las canciones pueden afectar particularmente su meditación, bien sea una canción popular que acaba de escuchar en la radio o la tonada de un comercial. Cuando tenga una tonada que suena obsesivamente en su cabeza, simplemente relájese y dedíquese a su meditación, respire profundamente, y antes que se de cuenta la canción se desvanecerá. De igual forma, el dolor físico puede ser particularmente irritante para su meditación, tanto por el dolor como por sus intentos de aliviarlo. En vez de preocuparse por el dolor, esfuércese de la misma forma que con esa canción irritante. Relájese, dedíquese a su meditación, y respire profundamente. Con el tiempo, el dolor no será una distracción. Así mismo, asegúrese que su postura durante la meditación sea la correcta. Una postura incorrecta puede alterarlo y distraerlo. Asegúrese que su ropa es cómoda y ligera y que sus caderas están apoyadas adecuadamente. Si se siente incómodo en sus tobillos, alrededor de la parte inferior de su espalda, con dolor de cuello, mala circulación en sus pies, u otros síntomas físicos causados por malas alineaciones, tómese un momento para atender estos problemas y corregir su postura.
Una de las más poderosas distracciones es la fantasía sexual. La tradición del yoga percibe al sexo como una urgencia física y psicológica, una que puede satisfacerse simplemente pensando en sexo. Afortunadamente, esta energía sexual no tiene que ser una distracción y puede, de hecho, desviarse a su práctica de meditación. Cuando se sienta distraído por fantasías sexuales, concentre su respiración en las sensaciones que acompañan cada inhalación y exhalación. A medida que siente cada respiración y permanece paciente, su sistema se relajará.
El sueño, o las ganas de dormir es otra distracción común cuando se desea meditar. Aunque un ronquido puede ser muy vergonzoso, no es poco común que un participante en clases de yoga se quede dormido durante una meditación guiada. Como con muchas otras distracciones, manténgase concentrado en su respiración cuando se sienta con sueño. Preste atención a cada inhalación y exhalación para mantenerse presente.
Muchas distracciones durante la meditación giran en torno a nuestros egos. Nos vemos plagados de pensamientos sobre lo que queremos, lo que necesitamos, cómo algo nos puede beneficiar. El místico sufista Ibn al-’Arabi escribió conmovedoramente sobre el tema del ego: “Cuando mi Amado aparece/¿Con qué ojos lo veo?/Con Sus ojos, no con los míos,/porque nadie le ve sino él.” La clave aquí es rendirse, estar dispuesto a ver por “sus ojos” y no nuestros ojos, aceptar la humildad. Al hacerlo, gradualmente pasaremos y podremos estar cerca de la meta de la meditación.